miércoles, 16 de septiembre de 2009

Y entonces sabré que el amor es cierto




Me haces falta
como el sol al llegar el alba
y el agua para saciar mi ansia.
Mi corazón está frío, el alma enamorada.
No hay abrigo estando helada,
ni calor sino me abrazas.
Los besos que nunca nos dimos
esperan seguir un rastro;
tus labios y los míos bebiéndose las ganas.
y, sino es así; ¡perdona!
Soy yo la engañada.
Que engaño más cruel!
Cuando saboreo la miel de esos labios
que aún no han rozado mi boca.
Añorando esos brazos fuertes que me provocan
mil sensaciones que me embrujan
y no me ha hechizado nadie.
¿Qué sería de mi mirada inocente,
perdida en una salvaje pasión que me volvería loca?.
Ya tengo mis años, hijos,
y no tengo experiencia.
No he conocido ese amor que derrota,
que te hace subir a la estrella más alta
bajando despacio al abrazo tierno
donde el sudor se mezcla en los cuerpos
y las lenguas se enlazan en el tiempo.
Sí, mi amor, te pienso!
Te sueño en mis caderas, en mi pecho
erosionándome junto a tú cuerpo,
bebiéndome tu aliento.
Pero, pido más que ese momento;
mirarme en tus ojos sin vergüenza
sabiendo con certeza
que es puro amor lo que ha estado sucediendo.
Sin ello…,
no hay plenitud, no ya en los cuerpos
estos se sacian en cualquier momento…,
sino por dentro, en el fondo
donde los ojos son solo nuestros
y de las mariposas que revolotean dentro.
Sí, cariño, eso es lo que deseo;
el calor de un dulce y cálido “te amo”
y entonces…, sabré que el amor es cierto.

paky

Poemario 2008